lunes, 13 de marzo de 2017

Padre Pablo Fuentes OMI


Pablo José Fuentes, sacerdote iniciador y principal gestor de esta espiritualidad para la familia llamada Hogares Sanos y Apacibles (Ho.S.A.) pertenece a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Habiendo sido destinado como misionero a Cuba, siente la inquietud de preguntarle a Dios "¿Qué hacer en Cuba?", ya que no era lo mismo que Argentina, donde había estado durante 31 años. A la semana encontró la respuesta en el Mensaje que dejó el Papa Juan Pablo II a los jóvenes en su visita, cuando les dice:


"Prepárense bien para ser en el futuro los constructores de hogares sanos y apacibles , en los que se viva el clima tonificador de la concordia, mediante el diálogo abierto y la comprensión recíproca" ("Mensaje para los jóvenes" Nº 5 - Camagüey - Cuba - 1998)

Al leerlo el sacerdote experimentó un sacudón fuerte. Se dijo entonces: "esto es lo que tengo que hacer en Cuba" . Y comenzó a trabajar en ello. En el mes de Enero de 2001 se reúnen con el Padre Pablo ocho personas en Iguará (Provincia de Sancti Spíritus - Cuba) buscando la forma de dar vida al pedido hecho por el Papa Juan Pablo II tres años antes: "Prepárense bien para ser en el futuro los constructores de hogares sanos y apacibles...".

La reacción espontánea de una de los participantes, que encontró eco inmediato en todos los demás fue: "¡ YO TENGO QUE COMENZAR POR MI CASA!"

El sacerdote les compartió, cómo a él le ayudaba para su vida personal y comunitaria una forma de espiritualidad basada en "Cartas diarias a Jesús". En ella se escribe sobre el sentimiento más fuerte que hemos tenido en las últimas 24 horas y luego, se hace la lectura del Evangelio de la Misa de cada día, interpretándola como una respuesta del Señor, a ese sentimiento experimentado. Este sencillo ejercicio diario permite unir psicología y fe.

Todos se comprometieron a seguir esta forma de espiritualidad para trabajar en su persona y en sus hogares. Seis meses después se reunieron nuevamente para compartir las experiencias de mejoría que se iban teniendo en sus hogares. Ante los beneficios obtenidos surge una inquietud. ¿Podrían extenderse estos beneficios a otros hogares y comunidades?.

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